De Un pellizco de canela
Ingredientes:
250 gramos harina
200 gramos azúcar
4 huevos
125 gramos mantequilla
1 naranja (ralladura y jugo, unos 100 ml.)
8 gramos polvo de hornear
20 gramos cacao en polvo
1 pellizco sal
Pasos:
Preparar un molde alargado de bizcocho de unos 25-30 cm. untándolo con mantequilla y espolvoreando con un poco de harina. Si se prefiere se puede forrar con papel de horno, o por lo menos el fondo.
Poner en un bol la mantequilla y el azúcar. La mantequilla debe estar blanda, por lo que será necesario sacarla de la nevera al menos con al menos un par de horas de antelación. Batir con unas varillas (mejor si son eléctricas) hasta que esté espumoso.
Añadir los huevos de uno en uno y continuar batiendo. No añadir el siguiente huevo hasta que el anterior no esté perfectamente integrado.
Incorporar la ralladura de la naranja y el jugo (unos 100 ml. de jugo). Batir hasta integrar completamente.
Poner en un bol la harina, el polvo de hornear y un pellizco de sal. Mezclar bien con una cuchara. Añadir la harina a la primera mezcla. Lo mejor es añadirla empleando un tamiz para que esté bien aireada y sin grumos.
Mezclar bien con una espátula de silicona y movimientos de abajo a arriba hasta que no quede harina suelta.
Separar la masa en dos mitades más o menos iguales. Hay en total unos 900 gramos de masa, por lo que cada mitad tendría unos 450 gramos. No es necesario que la división de la masa sea muy exacta, con que sean dos mitades más o menos iguales es suficiente.
Añadir el cacao en polvo a una de las dos mitades y mezclar bien. Se puede tamizar también el cacao para que sea más fácil mezclarlo, pues tiene bastante tendencia a hacer grumitos.
Verter la mitad de chocolate en el molde. Así la masa queda distribuida de manera menos uniforme. Verter la mitad de la masa de naranja. Yo intento añadirla en el trozo donde la masa de chocolate tiene menos espesor al estar inclinado, se trata de que no quede distribuida de manera ordenada para poder crear el efecto marmolado. Verter la otra mitad de la masa de chocolate y por último la mitad que queda de masa de naranja.
Ahora vamos a mezclar un poco más las dos masas para formar el efecto marmolado. Se puede emplear el mango de una cuchara de madera, un cuchillo de punta roma o la misma espátula con la que mezclamos la masa.
Hundir hasta el fondo empezando en un extremos del molde y dar un par de pasadas en cada sentido haciendo un dibujo como de dientes de sierra, hasta que se vea en la superficie que las dos masas están mezcladas, pero sin mezclar demasiado porque se corre el riesgo de acabar con una única masa de chocolate.
Buen provecho 💗
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